Hace tiempo tenía ganas de escribir sobre ella, pues quienes me conocen saben que la amo mucho. Perséfone es la representación del arquetipo de la Doncella. Es hija de Zeus y de Deméter. Tanto Deméter como su hija, Perséfone, eran diosas muy adoradas en la era matriarcal, pero cuando nace el patriarcado, ellas, y muchas otras diosas centrales, pasan a ocupar un lugar secundario.
Perséfone para los griegos, Proserpina para los romanos y Kore o Koré que significa "reina del inframundo" o "el mundo subterráneo".
Ella es una diosa joven asociada a la fertilidad, por eso su relación con el cereal, la granada y las flores, especialmente el narciso. Hoy es considerada la diosa de la primavera. También es la reina del inframundo, la que guía a las almas, la que decide quién entra y quién sale de él.
Perséfone y su madre eran las anfitrionas de los ritos Eleusinos, rituales que se llevaban a cabo en el mes de septiembre.
El tema más interesante, sin dudas, en relación a Perséfone es el mito de su rapto. Resulta que ella estaba en el campo, observando los narcisos y disfrutando de la tarde con las ninfas que su madre había ordenado que la cuidaran, cuando se abre la tierra y emerge Hades (Plutón) -su tío- con su carro, la secuestra y se la lleva a su reino: el inframundo.
Tengamos en cuenta que el inframundo griego o llamado propiamente El Hades no es la visión del infierno que luego construyen las religiones, sino la propia tierra de los muertos, así como existe una de los vivos. Si bien hay una forma más actual de observar y juzgar el mito del rapto, en Grecia los raptos eran un ritual, un rito o ceremonia que se llevaba a cabo entre dos dioses que sabían que contraerían matrimonio... y desde este punto de vista, la historia cambiaría completamente, porque podemos llegar a la conclusión de que ella sabía lo que iba a suceder. Pero más allá de estas cuestiones que podemos discutir largo y tendido, el mito del rapto representa un quiebre en el arquetipo de la Doncella, sin dudas.
Acá entra Hécate y su relación con Deméter, cuando Hécate, quien posee las llaves del reino de los muertos, se entera de lo que pasó y acude a contarle a Deméter y, posteriormente, a ayudar a Perséfone a subir a la tierra de los vivos nuevamente. Aquí hay varias versiones interesantes, una de ellas afirma que Zeus y su hermano Hades llegaron a un acuerdo en el que Perséfone subiría en primavera y en verano y volvería a su gobierno en el inframundo al lado de Hades durante el otoño y el invierno. Otros hablan de Hermes como el arquetipo del Héroe que rescata a Perséfone. Algunos cuentan que aquí está metido el tema de la granada y que comer del fruto prohibido es lo que hace que Perséfone tenga que llevar a cabo su reinado en El Hades (cualquier similitud con Eva y la manzana NO es mera coincidencia). Hay quienes se enfocan en Deméter y en su tristeza/alegría según su hija pasa el tiempo con ella o no, y explican la ciclicidad y las estaciones del año: cuando Deméter está con su hija y está feliz, todo florece y vive, y cuando Perséfone vuelve al inframundo, todo se apaga y muere.
Reflexionemos en el mito de la Doncella que se convierte en Reina: Perséfone no sabía quién era ni cuál era su rol como diosa. El rapto de su tío -más allá del trauma- rompe el estado de simbiosis con su madre y le da una identidad, un propósito más grande que ella: gobernar la tierra de los muertos.
Me parece hermoso e interesante (y sí, puede que lo esté romantizando porque soy fanática del romantasy) que Perséfone y Hades son la única pareja de dioses griegos que nunca se fue infiel, no estuvieron con otros dioses o diosas y gobernaron el inframundo codo a codo. De hecho, hay versiones que cuentan que ella tomaba más decisiones que él, aunque siempre en mutuo acuerdo, ella solía ser la que les ponía voz.
Ella era inocente hasta que se encuentra con lo que había debajo de la superficie. Gobierna no solo el inframundo, sino sus propias sombras y demonios. Ella pasa de la niña herida, complaciente, a la mujer adulta y soberana (que ganas de tener de amiga a esta bruja). Para mí ella tiene mucha relación con el arquetipo de Quirón, porque termina puliendo el don de su herida, y puede ayudar a otros seres porque la vivió. Ella sabe que hay momentos de descanso e hibernación psicoespirituales (otoño-invierno) y hay otro momento para salir de la cueva (primavera-verano).
Perséfone puede tener relación con Luna, Venus y Plutón, e incluso en su relación con Venus puede tratarse de la búsqueda de la belleza, la juventud eterna y la evasión de los conflictos. Aunque en su estado reina, Plutón, puede estar más cerca del arquetipo de Hécate y moverse con sabiduría y madurez. Hay un asteroide que lleva el nombre de Perséfone y que, si lo ubicamos en nuestra carta natal, nos puede hablar de estas dinámicas de manera más individual. En el tarot, Perséfone suele ser representada en La Suma Sacerdotisa, aunque creo que también puede ir bien con La Emperatriz y La Reina de Bastos. Además, en mi opinión, ella es el reflejo del viaje de la heroína, por lo que puede incluso comenzar como La Loca y seguir el recorrido de individuación.
Tu luz es fácil de amar, muéstrame tus sombras. R.Queen.